El geofencing supone un paso más allá en el ámbito del marketing de proximidad. Bien sabemos que una de las principales preocupaciones de las marcas es llamar la atención del cliente y es en esta dirección en donde han centrado sus esfuerzos en los últimos años. La tecnología bluetooth, en este sentido, se ha convertido en la mayor aliada de las empresas para enviar sus anuncios a los usuarios en función de su ubicación exacta.

El sitio Techopedia define geofencing como una tecnología que establece límites virtuales en un área geográfica real. Así, las marcas pueden fijar un radio de interés dentro del que podrán poner en marcha acciones en cualquier dispositivo móvil que tenga activado el GPS. Esto significa que las compañías podrían enviar notificaciones y mensajes a los usuarios que traspasen esos límites geográficos previamente definidos.

No en vano, el cometido del geofencing es “cercar” una determinada zona para conseguir que sus anuncios interesen a los usuarios que se encuentran en ese perímetro delimitado. Lo vamos a entender mejor con un ejemplo. Vamos a imaginar una pastelería que quiere dar a conocer un dulce nuevo. Gracias al geofencing, fijará un área geolocalizada, que puede ser solo la calle en la que se localiza el establecimiento o, incluso, el barrio entero. Cuando un usuario que lleve consigo un dispositivo móvil acceda a esta área, recibirá notificaciones push que le animarán a acercarse a la tienda y probar el nuevo pastel.

Por supuesto, las posibilidades del geofencing son inmensas y su mayor virtud es su capacidad para atraer más tráfico hacia el establecimiento.

Para potenciar el resultado de las campañas de marketing de localización, lo idóneo es combinarla con la tecnología beacons. ¿Para qué decidir entre una y otra si pueden complementarse a la perfección?

Los beacons son una tecnología de corto alcance que funciona a través de bluetooth, es decir, suponen una forma de comunicación con el consumidor a menos de 50 metros. Por ejemplo, si el cliente está en un supermercado haciendo la compra, la tecnología beacons resultaría muy efectiva para notificarle acerca de descuentos y promociones en los productos.

Por su parte, el geofencing es una estrategia de largo alcance. Es decir, su objetivo es comunicarse con los clientes que están a una distancia de más de 50 metros de la tienda.

Kappta es una plataforma de CMS que combina beacons y bluetooth para detectar la proximidad del usuario a puntos concretos del establecimiento, permitiendo la comunicación con el individuo en un radio de alcance específico. Este sistema facilita el envío de ofertas y promociones, entre otras cosas, a los smartphones de los clientes, así como medir el tráfico y analizar los resultados. Es, por tanto, una herramienta que asegura el éxito de las estrategias de marketing de proximidad.